En la entrada de Ariel Pink hablaba de Kim Fowley, un engrasador de la maquinaria del rock. Un tipo excéntrico con una agenda llena de teléfonos, una habilidad especial para poner en contacto a todo el mundo y una presencia inquietante. Hijo de Hollywood, excéntrico y macarra, Kim Fowley fue perejil de todas las salsas sin destacar en ninguna. En los 60 era productor de grupos light al estilo The Monkees, Fue fan de Jim Morrison y crítico feroz de los hippies. A principios de los setenta andaba por Londres en las fiestas de Bowie y Lou Reed.
El grupo malote de Starsky y Hutch |
Su relativo mayor éxito fueron las Runaways, el primer grupo de rock exclusivamente femenino. Así lo explicaba el año pasado; "A mediados de los setenta la cultura necesitaba chicas con guitarras. Despues del hombre femenino con los labios pintados -Bowie, T. Rex- igual que desde el Neardental al Cromagnon el rock´n´roll evoluciona, pasas la página del hombre femenino y ves una chica ahi. La androginia se convirtió en chicas con guitarras". La leyenda cuenta que en un concierto de Alice Cooper, Fowley conoció a una quinceañera poeta y le llamó la atención su actitud. Ella tenía como amigas a una guitarrista, Joan Jett y una batería, Sandy West, con tantas ganas de comerse el mundo como su amiga. La mente y la agenda de Fowley se pusieron a funcionar y rapìdamente la Mercury les grabó el primer disco. Le puso letra a un riff heavy de Joan Jett y en el 76 salió este primer single. Un grupo de chicas malas y un productor loco que manejaba hasta el exceso la pose hortera y recargada de los setenta pre-punk. Mejor le fue a Joan Jett en solitario, pero nunca llegó a la categoría de culto en la que están las Runaways. "Can't stay at home, can't stay at school./ Old folks say 'You poor little fool'./ Down the streets I'm the girl next door./ I'm the fox you've been waiting for./ Hello, daddy. Hello, mom./ I'm your ch-ch-ch-cherry bomb!" Música para teenagers oscuras que ahora son cariñosas abuelas.
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