Connan O`Brien es de esos irlandeses a los que hay que seguirles la pista. En mayo de 2007 dejó The Inmediates y lanzó Villagers. Una voz tranquila, una melodía dulce, una cama de electrónica y un crescendo que la va haciendo grande. En las estanterias de género va junto a Bright Eyes, Mumford & Sons o los Slow Club, una onda que se extendió durante el 2011. Estuve escuchando canciones de los Sons que emitía la radio de la base de Rota dos o tres veces cada mañana durante la primavera del 2011. Un coñazo. Este tipo juega en su propia liga.
El batería se duerme? |
Pitchfork lo define como el folkie que descubre la electrónica. Hay muchas horas de estudio y mucho arreglo en el trabajo de los Villagers. Las revistas siempre buscan etiquetas para arropar lo que es simplemente una buena canción Y este escurridizo músico es difícil de pillar. A veces me recuerda a John Grant, otro francotirador del Norte. Los dos comparten una homosexualidad militante y muy poco loca en las antípodas de un Wainwright, con el que por otra parte podrían hacer muy buenas migas. Y una sensibilidad especial para este tipo de melodías, engañosas en su sencillez. Comienza como un documental de la naturaleza "There's an ancient dog dreaming of another life/ But you sometimes wonder whether it should live at all/ Cause when you're making up for what you lack/ That old black dog is on your back/ And all you're getting is a bottomless pit/ But don't mind it Cause you're a rhythm composer/ Easy for you". Pero pronto lo que parecía cristalino se vuelve borroso. Y lo que parecía neo folk se vuelve techno.
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