la mala reputación - paco ibáñez

A veces hay que repasar el blog para reponer los videos que los de YTB cancelan y en una de esas me encontré con otra entrada de este grande. Es de diciembre del 14, el Don Dinero, y va dedicada a Podemos que por entonces era algo. Da un poco de vértigo como cambian las cosas en cuatro años. El macho alfa no controló los verdaderos códigos de la manada y apostó por los que ponen por delante del riesgo y su peligro, la lealtad y su segura rutina. Así es la vida. Paco Ibáñez apostó toda su vida por ser Paco Ibáñez, y si la vida quiere y estás en Cádiz lo podrás ver en el Falla el 10 de mayo.

Paco Ibáñez; un resistente
Este tío tan profundamente ibérico, nacido en el año 34, euskaldún hasta los 14 años y en Francia desde entonces, que en los 60 con George Brassens aprendió lo que era una canción, y desde 1994 vecino de Barcelona, tiene un talento especial para traducir la musicalidad de la poesía. Y es lo que ha hecho desde 1964, cuando editó su primer trabajo sobre poemas de Góngora, y García Lorca, que después pasaron a ser de Goytisolo, Blas de Otero o Celaya. Discos que se usaron como contraseña en las clases de los institutos de España y que yo descubrí en la casa de mis tíos más jóvenes. Hijo orgulloso e íntegro de un anarquista ebanista, independiente y radical, no tiene problemas para declarar en una entrevista de hace un mes que es un insulto para los gitanos que se diga que Rosalía hace flamenco mientras lamenta el triunfo del ruido y el fútbol, esa maldición. No es su época, desde luego, pero el tiempo no es más que una anécdota para un clásico. Aquí no musica poesía española, solo adapta al castellano una gran canción de su amigo Brassens, de la que me acuerdo siempre que oigo juntas las palabras fiesta y nacional. "Cuando la fiesta nacional /Yo me quedo en la cama igual, /Que la música militar/ Nunca me supo levantar./ En el mundo pues no hay mayor pecado/ Que el de no seguir al abanderado; /No, a la gente no gusta que/Uno tenga su propia fe". 

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