crîtto de lâ nabahâ - califato 3x4

Soy medio andaluz. He vivido de chaval y ahora llevo diez años seguidos viviendo en Cádiz. Además de no dejar de venir nunca. Y hoy es el día de Andalucía. No es que ande muy contento ahora. Esto se ha convertido en un españolerío  todo a cien y andan más preocupados de Cataluña que de cualquier cosa. Es mi manera de pensar. Pero cada vez se oye más eso de un partido andalucista de verdad que haga que las cosas de por aquí se escuchen como cosas de aquí y no como cosas de una entelequia del siglos. No hablo de independencia, hablo de la puta conllevancia de Ortega... y Gasset.

Un muestrario de camisetas
Así que hoy es un buen día para arrancarse con esta deconstrucción de la Semana Santa que viene muy al tipo después de la seudopolémica de este COAC y la chirigota cofradiera del Cascana. Esa es la parte nacional-católica que me está echando para atrás. Y no porque esté en contra de la Semana Santa, todo lo contrario. Lo que pasa es que en esto de las creencias soy un poco cínico. Uno crece donde crece y lo más sensorial se agarra y puede con la razón. Ya sé que el mundo de las cofradías es el mundo conservador y beato. Pero depende de donde me pille un paso en algún sitio de San Fernando, o de como suene la banda o  esté la noche que hace que la Semana Santa deje de ser esas cosas para convertirse en lo que supongo que fue hace siglos, la primera luna llena de la primavera, cuando renace la diosa Deméter. Por eso me creo lo que hacen los Califato 3x4 y me reconcilia con Andalucía. Lo que hacen ellos y lo que hace un montón de gente. Esta marcha del Crîtto de lâ Nabahâ suena a lo que hace que me olvide de que la Semana Santa es un beaterío y una demostración de poder y para que se convierta en una fiesta que es lo que realmente es. Las calles llenas de gente, los presumidos con sus mejores galas y la gente simplemente con la alegría de los días más largos y los olores de la primavera. Los dioses sólo son una excusa. Mientras las bandas esconden el swing de Silvio en cualquier marcha y los clarines se desgañitan. Esta es la primera canción de los Califato, electrónica para las Cofradías. Y contraataque.


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